Para dar un inicio al encuentro social con nuestras raíces se hace imperioso reconocernos, como individuos que nos une una cantidad de hechos, acciones y contingencias que, por más rutinarias y poco relevantes, son parte una todo mayor que arma nuestra forma social e individual.
El ejercicio de la historia oral se vuelve una herramienta importante en las ciencias sociales en los últimos años. Esta nos entrega una forma más auténtica para comprender las maneras en que la gente recuerda y construye sus memorias, la cual pasa a ser finalmente un documento de la memoria, donde interviene el entrevistado, las experiencias pasadas y el contexto cultural en el que se recuerda.
La historia oral refleja una compleja variedad de elementos que forman su relato, entre memorias privadas, individuales y publicas, entre experiencias paralelas y representaciones culturales del pasado y el presente, influidas por el discurso y la contingencia, por lo que termina siendo una visión subjetiva de la historia, que se complementa y fortalece a medida que la practica y generaliza, se abre y crea una dialogo propio en el entorno socio cultural.
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